31 diciembre 2009

¡FELIZ 2010!


Último día del año, fecha perfecta para hacer repaso y balance del mismo, y para marcar los objetivos del siguiente, una año más difícil de teclear, porque hay que abandonar la costumbre de esos dos ceros seguidos que llevamos nueve años tecleando.
El año pasado por estas fechas estaba en casa en una reclusión voluntaria en un momento de saturación de marchas, ex-parejas e incipiente amistad que se quedó en un intento. En aquel momento me marqué seguir con el blog, recién estrenado, me compré la cámara y me propuse trabajar en la fotografía.
Revisando lo ocurrido en el año que se acaba, constato que seguí escribiendo en el blog con diferente frecuencia: después de un inicio apasionado, una continuidad sin pautas, llegué a encontrarle un hueco en mi vida, como a todo lo importante.
A la fotografía le dediqué tiempo, hice mis prácticas y ahora estoy inmerso en el ilimitado mundo del photoshop, aprendiendo a usarlo al tiempo que sigo aprendiendo la técnica de fotografía, y todo muy poco a poco y de una forma autodidacta, ya las plazas estaban completas en el curso en el que pretendía matricularme.
En el año que acaba no puedo quejarme de la suerte, he conocido personas interesantes, y aunque no hayan cuajado en una pareja estable, en los períodos de tiempo que he compartido con ellos me he volcado en cada uno y he tenido lo más parecido a una relación.
Durante el año 2008 no quería tener pareja, la complicada ruptura estaba muy reciente, sin embargo, en 2009 puse de mi parte todo lo que pude para buscar una relación, una vez dejé atrás el sentimiento de fracaso propio de una ruptura. No se fraguó ninguna pero al menos no huí de ello.
En el 2010 pretendo posicionarme en un equilibrio basado en la seguridad que da tener una vida bien construida, llena de cosas apasionantes, que me permita seguir desarrollando cierta creatividad, pero con espacios en blanco en mi agenda para poder disfrutar de los amigos y de aquella persona que pueda entrar en mi vida. Porque como le dije a Ut, para enamorarse también hay que estar predispuesto, tener los ojos abiertos (como me dijo Luis Tomás) intentando que mi miopía no me impida ver con claridad para no perderme una oportunidad.
Mi intención para el 2010 es conocer gente de mi misma ciudad, la mayoría de mis amigos viven a 30 km y esa distancia aparentemente corta me inmoviliza muchas veces para compartir con ellos tiempo durante la semana, siempre con el acecho del gimnasio, cosas de casa, irme a la cama a mi hora. Echo de menos tener un círculo de amigos cercano, personas a quienes poder llamar para quedar para un café, un paseo, patinar, o cualquier otra actividad sin que suponga planear con días de antelación, e invertir hora y media en coche entre idas, vueltas y aparcamiento. Quiero creer que en una ciudad con 50.000 habitantes debe haber al menos una o dos personas con las que pueda tener algo en común y poder construir una amistad. Sé que no ayuda mucho mi actitud, no soy de los que hablan con cualquiera, más por timidez que por falta de ganas, así que eso es algo en lo que también tengo que trabajar, ser más abierto para conocer gente.

PROPÓSITOS PARA EL AÑO NUEVO
  • Dejar de fumar, creo que ya va llegando el momento, y la modificación de la ley puede que lo facilite (además de los parches que voy a salir a comprar en cuanto termine con esto).
  • Volver al gimnasio (llevo más de un mes sin ir entre la bronquitis, la navidad...)
  • Flexibilizarme (aún más) y dejarme llevar por el día a día sin marcarme tanto esquema (aunque para ello lo incluya en el esquema de propósitos de año nuevo, jajaja).
  • Doblegar mi timidez obligándome a relacionarme más, buscando actividades que me permitan conocer gente.
  • Ser más dinámico, no permitir que mi casa, y en especial el sofá, me abstraiga tanto que me aísle del mundo que veo a través del ventanal.
  • Conseguir un aumento de sueldo, que ya va siendo hora de que en el trabajo me valoren con algo más que con la palmadita en la espalda.

26 diciembre 2009

Venga, vale, Feliz Navidad a todos...


Sin darme cuenta ha pasado más de un mes desde que escribí aquí por última vez. Los días pasan rápido, la vida cambia más rápido aún y a veces uno solo puede concentrarse en el esfuerzo de seguir el ritmo que le marcan, con la lengua fuera, como en una carrera de obstáculos.
Este blog ha cumplido un año en este tiempo que he estado alejado y ni siquiera lo he celebrado, aunque por otro lado es lo normal, yo no celebro mis cumpleaños tampoco ¿por qué iba a celebrarlo mi blog?
Estos días han pasado cosas, no sé si recordaré todo lo que ha pasado pero haré una especie de balance de lo que ha venido ocurriendo. Para empezar, mi historia conexión Málaga-Madrid acabó, y como eso ya es pasado, no me voy a entretener en ello.
Para celebrar mi recién estrenada soltería, volví a colgar fotos en las páginas de contacto, e incluso me creé un perfil nuevo en una página que suena un poco cursi, pero de la que me han hablado bastante bien.
En esta vuelta decidí cambiar un poco el estilo de mis perfiles, y en lugar de enseñar carne, he preferido enseñar primeros planos de mi para atraer a un tipo de público diferente. No hay nada mejor que irse una temporada para hacer una entrada triunfal, ocurre lo mismo con la noche y la juerga, en cuanto desapareces unos meses la gente se olvida de ti, y luego vuelves como una persona nueva, captas la atención de los asiduos, tanto en las páginas como en los bares.
También volví al messenger, y estaba abarrotado de contactos que he ido acumulando a lo largo de estos años, para mi la lista de contactos es como la cartera de clientes de una empresa, o de un relaciones públicas, tiene un valor incalculable. Desde la primera conexión retomé una lista de gente que tenía agregada aún pendiente por conocer.
Como decía, tuve un regreso triunfal, conocí a un tío en la primera semana con el que tuve una cita de café, y días más tarde se convirtió en una noche de sexo, y del bueno. Incluso hubo alguna sorpresa agradable, y posibilidad de repetir. Acabé pasando la noche en su casa y he de decir que me encantó concluir la noche de esa forma.
Posteriormente, tuve otra cita de café con un contacto al que le tenía ganas desde hace más de un año, y parece que él también me las tiene, buena charla, morbo, solo hay que sincronizar agendas, lo cual ocurrirá después de las fiestas.
Hablando de las fiestas, este año decidí que no iba a pasar la nochebuena solo en casa, me fui a cenar con mis padres y fue una experiencia realmente agradable, hacía muchos años que no la pasaba con ellos y me sentí muy bien, con mi madre mimándome y charlando con mi padre, contándome batallitas de su juventud.
Es curioso, pero en un día como el de Navidad en lugar de estar rodeado de amigos y familiares, solo he tenido contacto con el mundo virtual, alguna llamada de tipos recién conocidos virtualmente y charlas de messenger. En días así creo que mi mundo ha vuelto a cambiar y ya no encajo en la estructura que tenía hace unos meses, no hay otra explicación. Mis familiares tienen sus vidas ya construidas, al igual que mis amigos, y como me he esforzado en mantener mi independencia, el resultado es este, que nadie me tiene en cuenta en días así. Para mi no es un problema, la verdad, ya me he ido haciendo fuerte a lo largo de estos últimos años, como preparación para lo que vendría y, ahora que ha llegado, estoy preparado para afrontarlo. Una independencia que a veces no sé como utilizarla, pero que siempre me aporta experiencias vitales.
El fin de semana anterior lo pasé en Madrid, iba con amigos y, dejando aparte el frío que pasé, fue muy divertido. El viernes noche me encontré en Ohm a Juan Carlos, a quien no veía desde el Orgullo, y me pasé con él la mitad de la noche. A última hora conocí a un chaval con pinta de búlgaro o polaco, que resultó ser madrileño, y que se vino conmigo al hotel. Pasamos horas disfrutando del sexo y de la charla, un chaval joven muy divertido con quien tuve una buena conexión. Quizás repitamos en el futuro.
El cierre del fin de semana fue la nevada que cayó del domingo al lunes, al despertarme me asomé a la ventana y al ver la nieve en la calle no pude reprimir irme a la calle a hacer algunas fotos y colgarlas en facebook. Fue una experiencia muy bonita, nunca me había nevado en una zona urbana, y la ciudad se ponía un disfraz blanco que coordinaba muy bien con la época del año. Creo que una navidad con nieve seguramente realzará el espíritu navideño a quien aún le quede algo. A mi no me hizo efecto.