25 mayo 2010

Amaos

Ave María Purísima,
Padre, estando en el mes de las comuniones, después de asistir a la de un familiar he pensado que hace mucho que no me confieso, yo diría que desde mi Primera Comunión, y he tenido el impulso de hacerlo.
Durante la Eucaristía me vi frente a las vidrieras que decoran su Parroquia, en una de las cuales se puede leer una exhortación: "Amaos". No he podido evitar pensar en mi familia, mis amigos, las personas que me rodean a las que quiero, y no consigo entender la oposición que muestra la Iglesia al amor entre personas del mismo sexo.
He reflexionado sobre ello, y he hecho un examen de conciencia, a través del que constato que el amor que yo he sentido es equiparable, incluso a veces más intenso, con menos reservas y condiciones, que el amor de algunas de las parejas heterosexuales que conozco y que han sido bendecidas con el sacramento del matrimonio.
Sé que cuando me enamoro respeto a mi pareja ante todo, respeto sus necesidades y carencias, me vuelco en sus momentos bajos, lo ayudo en todo lo que puedo, comparto con él todo lo que tengo, y en el momento de la enfermedad lo cuido con una constancia y un empeño que no encuentro en mi cuando soy yo el enfermo.
Lo único que "diferencia" ambos tipos de relaciones es la capacidad de procrear, de tener hijos; y yo me pregunto: en los casos de parejas heterosexuales no fértiles, ¿debería la Iglesia darles la espalda?, o en su lugar debería entenderlos, apoyarlos y comprender la dificultad que conlleva la existencia yerma, que impide la continuidad, que impide dejar un rastro genético sobre la faz de la tierra.
En realidad no sé muy bien por qué me estoy confesando ante usted, porque para que la confesión tenga efectos espirituales debe partir de un examen de conciencia para recordar los pecados cometidos. Siendo una buena persona, el único pecado del que me puedo acusar es de mantener relaciones con personas de mi mismo sexo, lo cual no considero pecado. Por tanto, no cabría el arrepentimiento, sentimiento necesario para el propósito de enmienda, del que carezco por razones obvias.
Me gustaría decirle, para terminar, que la Iglesia necesita adaptarse a los nuevos tiempos, y no permanecer anclada en un pasado medieval, si tiene la intención de perdurar, y debe hacerlo rápidamente. Aunque en mi caso ya es tarde, perdí la Fe primero en su Iglesia, posteriormente en Dios, cualquiera que fuese su nombre.
Como el protagonista de aquella novela de Unamuno, quiero creer.


7 comentarios:

Argax dijo...

Hablar con la Iglesia, como hablar con la pared.
De dónde nos vendrá esa necedidad de creer? Tan débiles somos o tan inseguros?

En fin...

Silver's Moon dijo...

La Iglesia tendría que dar un giro de 180º, darse la vuelta, ponerse del revés y hacer piruetas para conseguir ser lo contrario a lo que ahora es y representa. Sólo entonces me plantearía creer en ella.

Un besazo enorme

TUT dijo...

Una de las cosas más importantes que para los creyentes dió Dios al hombre es la libertad, incluso de creer o no creer en El, y JC dijo " la verdad os hará libres ". partiendo de esas bases y que la iglesia la han ido construyendo los hombres a su antojo durante siglos, es normal, como en cualquier otras institución humana que esté llena de errores y sea poco fiel a sus principios doctrinales , pero bueno, allá cada uno, no se trata de creer en los curas, eso en ningún caso, la fe es creer en Dios o no y dicen que es un don y que se le regala a quien lo pide.

Un saludo.

theodore dijo...

Pues mira que te digo, yo soy muy poco amigo de las frases hechas, pero en este caso no me queda más que usar una...se puede decir más alto pero no más claro. Ole.

Besotes.

Ut dijo...

No creo que la única pega de los curas sea que no podamos tener hijos, ellos nos consideran unos enfermos, desvíados, libertinos .... etc

No puedo respetar a quien no me respeta a mí. Me niego!

Un beso guapetón,

P.D: Que suerte tendrá la pareja que encuentres,será muy afortunado.

sonia dijo...

Me ha encantado.

Anónimo dijo...

Hola me llamo marcos y ojala que mi respuesta te pueda servir de ayuda pues yo tengo una cruz, una debilidad “la homosexualidad”. A cuentos gay declarados he escandalizado con esta respuesta, como puede ser la homosexualidad una cruz una desviación o una enfermedad fruto de las heridas causadas por el pecado de la sexualidad, en mi caso fruto los reiterados abusos sufridos por miembros de mi flia a temprana y que alteraron o trastocaron lo que quizás estaba hasta en ese momento puro y natural, ahora, ¿hasta qué punto Dios señor de la historia también lo permitió?, ¿puede acaso Dios permitir en una persona, el cáncer , el sida, otras cosas más?, Si porque, es un misterio que El de apoco me va revelando y me va ayudando a entender la historia de salvación que está haciendo conmigo, lo que te puedo decir es que seguir lo que mi sexualidad me dictaba me iso encontrarme con el vacio, el sin sentido, la incomprecion incluso ante la respuesta de la procreación natural, ¿porque Dios que quiere la homosexualidad tal como vos decís, no hiso al homosexual completo? algo así como un extraterrestre con órganos masculinos y femeninos, seguro que Dios se equivoco en crear a la mujer para el hombre, porque no hacer dos hombres desde el principio o pensamos que Dios es tarado. Esta es mi respuesta la cual Dios le dio sentido, la homosexualidad es un pecado y la experiencia del pecado en la persona humana causa la muerte ontica la muerte del ser, una muerte que al final del día te dice: ¿y esto es la vida?, entonces ¿para qué vivir?, obvio que el que cree en el bien, también cree en el mal y sabe que el infierno no es mentira si no que el infierno existe como que también tu vida y la vida de cuantos puede y es un infierno hasta llegar a pensar que la muerte es el único remedio. Yo no encontré mi respuesta en los curas, Dios fue quien me dijo la verdad y que también me había comido el engaño del demonio que me decía todo el tiempo que yo Hera un homosexual, cuando lo primero que Dios me dijo fue: “yo no creo homosexuales, yo creo hijos de Dios”. Y eso me dio Paz saber que no, soy un cancerígeno, ni un sidoso ni un gay si no que soy un hombre hijo de Dios y que como tal mi vida esta destina a la eternidad. Espero que pueda ayudarte con mi experiencia y que sepas también que el señor me está haciendo un hombre nuevo dándome la posibilidad de entablar una nueva relación con las mujeres y con la posibilidad de poder formar un familia algún día, pero lo importante es que esto jamás lo puede hacer yo con esfuerzos y recetas para reprimidos, solo reconocí mi herida del pasado y el sufrimiento que ella me causaba y Dios que es el doctor de corazones me toco y de apoco me está sanando. “yo hago nueva todas las cosas”.
Pd: si acuchas la vos de tu alma seguro que ella, porque ella es el espíritu de Dios que soplo en nosotros, te dirá la verdad.