29 diciembre 2008

OPTIMISMO Y OTRAS FANTASÍAS

Me levanté y me sentía raro, estaba como incómodo, no sabía qué era pero sabía que no era como todos los días. Al llegar a la oficina, casi discuto con mi compañero en los primeros quince minutos, hay días que no tengo paciencia para el desinterés ajeno. A media mañana me dolía la cabeza, me dolía el estómago, tenía náuseas. Después se pasó el malestar.
Al llegar a casa, de vuelta del trabajo recibo la carta. Después de leerla, se apoderó de mi la decepción. ¿Cuánta decepción es capaz de asimiliar una misma persona? ¿Habrá alguna manera de medir la cantidad que llevas, y cuánto queda para que rebose?
Hoy Sardinita me entenderá bien, a lo largo de la tarde ha retumbado en mi cabeza algunas de sus entradas del blog. Aunque siempre la he entendido, intento poner una buena dosis de optimismo a mi día a día, pero esta tarde se me acabó, no queda ni gota. Como Chus Lampreave, a la que no le quedaba ni gota de vista en La flor de mi secreto, a mi no me queda ni gota de optimismo.
Espero que mañana, al levantarme, el nivel de optimismo haya vuelto a la medida correcta.
Sardi, esta noche, más que nunca, me acuerdo de ti.

2 comentarios:

ulises1b dijo...

El año pasado pensé que había un límite para la decepción, y me di cuenta de que no, siempre se puede superar, así que, desde ese punto de vista es positivo, nunca llegaremos al supremo de la decepción...
un beso

sardinita dijo...

aiiiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnn, tú eres mas monísimo que la chuz, eso que no se te olvide nunca. Lo mejor de las cartas es que te puedes hacer una baraja, para jugar al solitario cuando pasa un poco de tiempo :) y apostar, apuesta siempre por tí. Pal 2009 le he pedio un montón de risas, pa reirme de mi misma, ¿te pido un cuarto y mitad pa tí?. (Ayer en casa de juanqui viendo una pelí moerna, este jc que siempre me saca de un hoyo:)).Abrazo fuerte y grande. Sardi